Redacción.- Otros tres de los diez reclusos que protagonizaron una fuga de alto perfil en la cárcel de Nueva Orleans han sido recapturados, mientras las autoridades continúan la búsqueda de los dos fugitivos restantes.
Según informó la Policía Estatal de Luisiana, los detenidos son Lenton Vanburen, Leo Tate y Jermaine Donald, quienes fueron localizados en diferentes puntos de Luisiana y Texas.
La fuga, descrita como una de las más significativas en la historia del estado, ocurrió hace diez días y ha generado una investigación exhaustiva sobre las fallas de seguridad en el centro penitenciario.
De acuerdo con las autoridades, Lenton Vanburen, de 26 años, fue arrestado en Baton Rouge, a unos 116 kilómetros al noroeste de Nueva Orleans. Vanburen estaba encarcelado por violación de libertad condicional y posesión ilegal de armas de fuego.
Por su parte, Leo Tate, de 31 años, y Jermaine Donald, de 42 años, fueron capturados en el condado de Walker, Texas, por el Departamento de Seguridad Pública de Texas. Tate enfrentaba cargos por robo y posesión de drogas, mientras que Donald estaba acusado de asesinato en segundo grado. Según detalló la fiscal general Liz Murrill, los tres reclusos ahora enfrentan cargos adicionales relacionados con la fuga.
La evasión de los diez reos se llevó a cabo a través de un agujero detrás de un inodoro en una celda del Centro de Justicia de Orleans, lo que permitió a los internos escapar sin ser detectados.
Según la información, los reclusos utilizaron una navaja eléctrica con múltiples cuchillas para cortar las paredes de concreto, que tenían un grosor de aproximadamente 13 centímetros y estaban reforzadas con varillas de acero. Imágenes difundidas por la oficina del sheriff mostraron inscripciones en la pared de la celda con frases como “somos inocentes” y “muy fácil, jajaja”.
El escape se vio facilitado por una serie de fallas en los protocolos de seguridad. Un técnico civil encargado de la vigilancia del módulo abandonó su puesto para buscar comida, momento en el cual los reclusos aprovecharon para huir. Además, se reportaron cerraduras defectuosas y el uso de mantas robadas para cubrir las cámaras de seguridad. Según el jefe de correccionales Jay Mallett, la fuga no fue el resultado de un simple descuido, sino de un plan cuidadosamente ejecutado que involucró herramientas específicas.