Las lluvias no apagaron la indignación. Afuera del edificio federal ubicado en el 26 de Federal Plaza, decenas de manifestantes se mantuvieron firmes este sábado, desafiando el mal clima y exigiendo respeto a los derechos de los migrantes tras la detención del dominicano Waqen Rosario Espel, un hecho que ha intensificado el debate sobre la política migratoria actual.
La protesta estalló tras la detención de Rosario Espel, quien había acudido a una cita de rutina por su proceso migratorio. Según informó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el hombre, originario de República Dominicana, fue aprehendido luego de que se desestimaran sus procedimientos judiciales.
La agencia alega que Espel se encontraba en el país de manera irregular y que resistió el arresto, llegando incluso —según la versión oficial— a agredir físicamente a un agente.
Este incidente encendió las alarmas entre activistas y comunidades migrantes, quienes desde la mañana de este sábado se congregaron a las afueras del tribunal federal para repudiar lo que catalogan como un patrón de persecución migratoria.
“No vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras detienen a nuestros vecinos”, declararon manifestantes que compartieron videos del momento de las detenciones, donde también se observaron presuntos agentes federales cuya afiliación no pudo ser confirmada.
La situación escaló rápidamente, y para el mediodía al menos 17 personas habían sido detenidas por la policía de Nueva York (NYPD). Las imágenes captadas por testigos revelan momentos de alta tensión entre las autoridades y los manifestantes, algunos de los cuales fueron retirados por la fuerza del área frente al tribunal.
Las autoridades aún no han emitido una cifra oficial de arrestos. Desde el lunes, se reporta un incremento en la presencia de agentes federales en las inmediaciones de juzgados en Manhattan, generando un ambiente de temor entre quienes tienen procesos migratorios pendientes. Activistas aseguran que estos operativos disuaden a los inmigrantes de asistir a sus audiencias por temor a ser detenidos arbitrariamente.
En respuesta, el Departamento de Seguridad Nacional defendió la actuación de sus oficiales mediante un comunicado oficial: “Nuestros agentes están cumpliendo con su deber al remover amenazas a la seguridad pública y hacer cumplir las leyes migratorias de nuestra nación. Agredir, resistirse, obstruir o acosar a oficiales de ICE es un delito. Desafortunadamente, nuestros agentes están enfrentando un aumento del 413% en agresiones durante sus arrestos.”
A partir de estos acontecimientos, se espera una mayor vigilancia y movilización social en torno a Federal Plaza. Diversas organizaciones han anunciado que intensificarán su presencia en el área durante los próximos días, mientras la comunidad dominicana en Nueva York continúa exigiendo claridad y un trato digno para Rosario Espel y otros migrantes que enfrentan procesos similares.
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