Más de 200 presos se fugan de cárcel en Pakistán tras derrumbe por terremotos


Islamabad, Pakistán – Un total de 213 prisioneros lograron escapar de la prisión de Malir, ubicada en la ciudad portuaria de Karachi, en Pakistán, después de que un muro de la cárcel se derrumbara durante los recientes terremotos que sacudieron la región. El incidente ocurrió el lunes por la noche, cuando varios seísmos de menor escala afectaron la zona, debilitando la estructura del muro exterior.

El caos generado por la fuga degeneró en un violento motín, que dejó como saldo la muerte de al menos un prisionero y varios heridos, entre ellos tres miembros del Cuerpo de Fronteras (FC), la fuerza paramilitar encargada de la seguridad de la cárcel. Además, otros cinco prisioneros resultaron heridos en los disturbios.

Causas de la fuga

Según el superintendente de la cárcel, Arshad Shah, los reclusos aprovecharon el desalojo temporal de más de 600 prisioneros, que fueron sacados de sus barracones como medida de precaución debido a los terremotos. Más de 100 reclusos aprovecharon la oportunidad y atravesaron el muro dañado para escapar. La prisión, que alberga aproximadamente a 6.000 reclusos, sufrió daños estructurales durante los temblores, lo que permitió que los prisioneros accedieran a las secciones más débiles de la cárcel.

Acciones de las autoridades

Hasta el momento, 78 prisioneros han sido recapturados, mientras que las autoridades continúan la búsqueda de los 135 fugitivos restantes. Se han registrado varios videos en redes sociales en los que se escuchan disparos y se observa a los reclusos huyendo por las calles cercanas a la prisión.

El ministro del Interior provincial, Zia-ul-Hassan Lanjar, atribuyó el incidente a la crisis provocada por los terremotos y descartó cualquier negligencia por parte de las autoridades penitenciarias. Además, afirmó que ninguno de los fugitivos pertenece a grupos considerados como peligrosos o involucrados en actividades terroristas.

Repercusiones y medidas legales

El jefe de la policía provincial, Ghulam Nabi Memon, indicó que la mayoría de los prisioneros fugados estaban detenidos por delitos relacionados con el narcotráfico. Las autoridades han informado que se tomarán acciones legales adicionales contra los fugitivos, incluyendo cargos por daños a la propiedad pública, agresión al personal de seguridad y otros delitos relacionados.

El caso ha desatado un intenso debate sobre la seguridad en las cárceles de Pakistán, en un contexto donde la vulnerabilidad de las infraestructuras penitenciarias es un tema recurrente tras desastres naturales como los terremotos.





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