2.- Para instruir correctamente, hay que comenzar desde la niñez. Poner en marcha, disciplinar a los futuros ciudadanos es enseñarlos, adiestrarlos desde el inicio de su vida.
3.- Si queremos contar con una sociedad de gente buena, procede preparar a los niños y a las niñas desde ahora, darles forma, guiarlos para que sirvan de modelo.
4.- El adoctrinamiento que están recibiendo el niño y la niña de aquí no es para que luego sean personas dominadas por la grandeza de alma, el humanismo, la magnanimidad.
5.- Nada de nobleza puede asimilar una niña o un niño si ve el tratamiento que aquí se le da a un haitiano por el solo hecho de ser indocumentado.
6.- Se les manda un mal mensaje a las muchachitas y a los muchachitos nuestros cuando son testigos de acciones de quienes se sienten complacidos al hacer daño a otro.
7.- Lo que a diario estamos presenciando contra los haitianos son vejaciones, humillaciones, ultrajes y los más odiosos abusos.
8.- De dónde puede aprender un niño dominicano que la persona está para mimarla, no para tratarla mal, pisotearla, humillarla, dañarla y de cualquier forma vejarla.
9.- Debemos hacer todo lo posible para que la niñez dominicana se desarrolle con la idea de que al malo, perverso, desalmado y réprobo hay que rechazarlo, no imitarlo.
10.- A los niños dominicanos hay que inculcarles que el hecho de que el haitiano esté aquí como indocumentado no le quita su condición de ser humano y debe ser tratado como tal.
11.- A la niñez dominicana hay que hacerle saber que a ningún ser humano se le debe despreciar por el color de su piel, nacionalidad o estatuto. La discriminación no es nada buena.
12.- Los ciudadanos y ciudadanas, dominicanos del futuro, deben formarse desde ahora con la idea fija en el sentido de que somos un pueblo solidario, contrario a atropellar, pisotear y maltratar.
13.- No nos engañemos; con los agravios a los indocumentados haitianos mandamos un mal mensaje. En lugar de elevarnos, nos reducimos como país civilizado.
14.- El derecho de defender nuestra soberanía no nos autoriza a violar los derechos de los indocumentados de cualquier país presentes en el territorio nacional.
15.- Si queremos levantar niños y niñas de buen corazón, bondad y alta moralidad, estamos en el deber de educarles en el querer a los demás y ser ejemplo de honestidad e integridad.
16.- Es de desear que la niñez dominicana de hoy se forme con hermosos sentimientos, que sean gente de buena pasta; beneficiosos para la humanidad entera.