Esa cadena de omisiones culminó en el colapso mortal del 8 de abril de 2025, dejando 235 fallecidos y más de 180 heridos, según la solicitud de medida de coerción preparada por el Ministerio Público, a la cual Noticias SIN tuvo acceso.
Los hermanos Maribel y Antonio Espaillat deberán acudir este domingo al tribunal, donde será evaluado el pedido de medida de coerción sometido por el Ministerio Público.
El reporte cita 290 personas entre víctimas, denunciantes y querellantes; de ellos, 235 muertos y 55 heridos.
Un informe inconcluso
En 2014, el ingeniero José Manuel Hernández Coste fue contactado por el arquitecto Óscar Imbert para evaluar la resistencia del hormigón y acero del inmueble. Solo logró examinar tres columnas y dos zapatas, un 10 % del trabajo previsto.
El proyecto fue abandonado sin explicaciones ni seguimiento.
De haberse completado, “hubiese podido detectarse la grave falla de la estructura”, según indica el expediente del Ministerio Público.
“De haberse terminado el trabajo comenzado por el ingeniero José Manuel Hernández Coste, se hubiese podido detectar la grave falla de la estructura», dice el documento de medida de coerción del Ministerio Público.
“Los imputados […] mostraron una gran irresponsabilidad frente a una cuestión de vital importancia para la seguridad de sus clientes”, afirma.
Remozamientos improvisados y peligrosos
En 2015, bajo la dirección directa de Antonio Espaillat, se llevaron a cabo remodelaciones estéticas y funcionales: se construyó un nuevo escenario, una zona VIP, sistemas de luces y barras.
También se agregaron sobre el techo múltiples casetas técnicas, ductos y aires acondicionados de hasta 20 toneladas, sin ningún análisis estructural previo.
Obras sin permisos
Ni la Alcaldía del Distrito Nacional ni el Ministerio de Obras Públicas tienen registro alguno de estas intervenciones.
El expediente establece que «nunca se presentaron planos ni solicitudes de modificación«.
Las autoridades describen estas obras como una violación sistemática al Reglamento General de Edificaciones (R-021) y la Ley 6232 de Planeamiento Urbano.
Sobrepeso acumulado y colapso inevitable
De 2011 a 2025, el techo del Jet Set fue convertido en una plataforma técnica sin supervisión. De 7 elementos en 2011, el número creció a 17 cargas visibles en 2025, incluyendo tinacos de agua, casetas de metal y equipos de climatización. Las vigas del techo —originalmente diseñadas para una sala de cine, no para una discoteca intensamente equipada— no resistieron la sobrecarga.
La negligencia en cifras
Los peritos concluyen que el techo estaba recubierto con cuatro capas de mortero (de hasta 37.5 cm de espesor), un error técnico grave.
A esto se suman las intervenciones improvisadas para contener goteras, como «lonas plásticas entre el plafón y el techo«, una práctica que, según la Fiscalía, agravó la situación y convirtió el inmueble en una “trampa mortal”.