El Ministerio Público solicitó prisión preventiva por 18 meses para Antonio Espaillat y arresto domiciliario para Maribel Espaillat, en una acusación que los imputa de homicidio involuntario y de provocar golpes y heridas involuntarias, conforme a los artículos 319 y 320 del Código Penal Dominicano.
El expediente fue elaborado y depositado por un equipo encabezado por el procurador adjunto Wilson Camacho, titular de la Dirección General de Persecución del Ministerio Público, y la fiscal del Distrito Nacional Rosalba Ramos, junto a los fiscales Héctor García, Magalys Sánchez, Enamuel Ramírez, Rosa Ysabel Mejía, Miguel Collado y Vladimir Viloria.
Una tragedia que pudo evitarse
La investigación determinó que el Jet Set Club operaba bajo condiciones estructurales precarias, alteraciones ilegales en su diseño y un abandono absoluto de protocolos de seguridad, pese a advertencias explícitas de empleados y señales visibles del deterioro del techo.
Entre las acciones negligentes, el Ministerio Público cita:
Remodelaciones no autorizadas ni supervisadas por ingenieros estructurales.
Eliminación de una columna clave que comprometía la estabilidad del techo.
Instalación de equipos pesados como casetas técnicas, ductos, y seis aires acondicionados de entre 15 y 20 toneladas, sin ningún estudio técnico de carga.
Uso del techo como plataforma operativa sin refuerzo alguno.
Advertencias ignoradas y decisiones mortales
El expediente incluye pruebas que demuestran que los imputados tenían conocimiento directo y constante del grave estado del techo, mediante mensajes, fotos y videos enviados por empleados como Gregorio Adames Arias (Gregory), quien advirtió del peligro hasta horas antes del colapso.
Incluso, la noche previa al desplome, un plafón cayó sobre un cliente hiriéndolo. Cuando Gregorio pidió suspender la fiesta, Maribel Espaillat se negó, argumentando que sólo Antonio podía autorizar la suspensión y que él estaba fuera del país.
Horas más tarde, durante una presentación del merenguero Rubby Pérez, el techo se desplomó. Rubby fue una de las víctimas fatales.
Negligencia criminal y encubrimiento
El Ministerio Público sostiene que los hermanos Espaillat mantuvieron “una operación comercial negligente, sistemática y criminalmente irresponsable”.
Subordinaron la seguridad de cientos de personas a su operación económica, ignorando reiteradas señales de colapso.
“La cadena de acciones y omisiones de los imputados, incluyendo la falta de permisos, las modificaciones estructurales sin base técnica, la sobrecarga del techo, las reparaciones deficientes y la desatención a las advertencias de peligro, demuestra un patrón sistemático de irresponsabilidad y negligencia”, cita el documento.
Los peritajes técnicos realizados por especialistas como Leonardo de Jesús Reyes Madera, Eduardo Fierro y Máximo Corominas Quezada confirmaron fallas estructurales directamente atribuibles a decisiones tomadas por los gestores del club, como la ausencia de un muro de soporte y un anclaje deficiente de vigas.
Intimidación a testigos
Además de las fallas técnicas, el Ministerio Público denunció que los imputados intentaron intimidar testigos para evitar que ofrecieran información comprometedora al proceso. Esta obstrucción de justicia refuerza la petición de prisión preventiva para Antonio Espaillat.
“La vida por encima del dinero”
“Los hechos eran totalmente evitables si los imputados hubiesen actuado conforme a derecho y valorado la vida por encima del dinero”, concluyen los fiscales.
La audiencia de medidas de coerción está prevista para hoy a las 2:00 p.m., y se espera que el juez determine si acoge la solicitud de prisión preventiva y arresto domiciliario que el Ministerio Público fundamenta en la gravedad de los hechos, el peligro de fuga y la posibilidad de interferencia en la investigación.